
Pocas cosas provocan tanta emoción en una fiesta infantil como el momento de la piñata. Es la mezcla perfecta de anticipación, juego en equipo y una lluvia de dulces. Pero para que todo salga bien (y sin accidentes), hay algunos detalles que debes considerar.
Elige la piñata adecuada
Las clásicas de burro o estrella son un acierto, pero también puedes elegir una temática: personajes, formas de alimentos o animales. Asegúrate de que sea resistente, pero no imposible de romper (¡sí, pasa!).
Ubicación segura
Lo ideal es colgarla de un árbol o estructura firme al aire libre, dejando suficiente espacio para que los niños giren y golpeen sin riesgos. Señaliza una zona alrededor de la piñata para que los espectadores no se acerquen demasiado.
Orden y emoción
Haz una fila según edades y explica las reglas: uno por uno, siempre con supervisión. Usa un antifaz o pañuelo para vendar los ojos y ofrece un palo ligero. Da un conteo divertido para empezar: “¡Uno, dos, tres… dale, dale, dale!”
Dulces y sorpresas
Llénala con una mezcla de dulces, pero también puedes agregar juguetitos, confeti y pequeños premios sorpresa. Recuerda tener bolsitas listas para que cada niño recoja lo suyo.
Consejo extra: anima a los adultos a participar en una ronda al final. ¡Siempre saca carcajadas!